Las capas dobles están compuestas por una densa capa interior de pelo lanoso y otra exterior denominada también “pelo de cobertura”.
La capa interior también llamada “subpelo” tiene, entre otras funciones, proteger del frío a los perros que la poseen, cualidad muy importante en los ejemplares cuya vida transcurre principalmente en exteriores y climas fríos y/o húmedos. En el origen de la selección de esta raza canina encontraremos el porqué de este tipo de pelo.
Aunque es una raza muy considera por sus cualidades funcionales y el trabajo que desempeña como perro de pastoreo también es muy apreciado por criadores y propietarios como perro de compañía y un buen candidato para competir en exposiciones de morfología canina. Es en estas circunstancias cuando el tipo de pelo largo y con una espesa capa interior adquiere más valor, y como consecuencia el que más cuidados va a necesitar.
El Border Collie es ya una raza difundida por todo el mundo y no solo por su eficaz aptitud para el pastoreo. En nuestro país también se ha convertido en un de las más populares así que ya sea en primavera o en verano (depende de donde viva) el calor provocará el inicio de la muda. El subpelo comienza a desprenderse de manera brusca. También va desprendiéndose el pelo de cobertura, pero este lo hará de manera más progresiva para que la piel nunca deje de estar protegida.
El pelo de cobertura cumple una importante función protectora con la piel evitando agresiones externas: sol, lluvia, suciedad, rozaduras, picaduras, etc… El principal problema que nos encontramos en el momento de la muda es que el subpelo, en los ejemplares de pelo largo, puede anudarse y provocar problemas en la piel como picores, irritaciones, heridas o eccemas. Ayudar en esta situación siempre será beneficioso para la salud y mejorará la imagen de nuestro Border Collie.
Para disfrutar del hermoso manto de nuestro perro y de sus atractivos colores es aconsejable seguir una adecuada rutina de baño y cepillado.
La clave para conservar estas características está en una correcta higiene que repercutirá en la salud de la piel. Un buen baño cada quince o veinte días, aplicando una cosmética adecuada, es básico para disfrutar de un manto sano, denso y voluminoso, brillante y con la intensidad cromática deseada.
Si pelo y piel no reciben la nutrición adecuada el perro padecerá los efectos de una muda continua, situación molesta tanto para él como para sus compañeros humanos. El manto carece de brillo y el perro adquiere un aspecto apagado, propio de ejemplares descuidados y faltos de salud. Pelo ondulado, y con las puntas encrespadas y debilitadas, son también indicadores de lo mismo.
Los cepillados adecuados y frecuentes evitan la acumulación del pelo muerto, facilitan la regeneración, y evitan el riesgo de problemas en la piel. Puede ser suficiente hacerlo una vez por semana, eso sí, dedicándole el tiempo necesario para no dejar ninguna zona sin cepillar. Si el cepillo se traba en el pelo aplique previamente un spray acondicionador, esto ayudará a que recupere su elasticidad y evitará tirones y generar la molesta electricidad estática. Comprobará como el cepillo se desliza con facilidad sin dañar el pelo y el cepillado será una grata tarea.
En cuanto detecte que empieza a perder pelo aumente la frecuencia de baños y cepillados.
EL BAÑO
Comenzaremos enjabonando con un buen champú de limpieza profunda, después de un buen aclarado podemos ya aplicar un champú nutritivo.
Para resaltar aún más la belleza de nuestro Border, y atendiendo al color de la capa que posea dispondremos del champú más apropiado en cada caso. Aunque es muy variada la coloración que podemos encontrar en la raza, los más comunes suelen ser ejemplares con amplio manto negro, rojo o arlequinado (generalmente de tonos azulados, conocidos como “ blue merle”), con amplias zonas de pelo blanco. Por este motivo y para simplificar el tratamiento lo más aconsejable es recurrir a un champú champú intensificador del color blanco. Esta elección nos permite intensificar las zonas de pelo blanco sin apagar los otros colores. Un buen champú de blanco proporciona luminosidad y brillo extra a todo el manto por lo que realza cualquier color.
Tras aclarar el segundo champú es importante aplicar un acondicionador nutritivo. Este producto aportará al pelo y a la piel los nutrientes necesarios para un completo cuidado, además de ofrecer un hermoso y duradero resultado.
SECADO
La herramienta más indicada para este apartado es el secador-expulsor. Secar el pelo aplicando una temperatura baja evita deshidratar la capa externa. Un buen motor aportará gran caudal de aire a mucha velocidad, reduciendo de manera sorprendente el tiempo de secado y, muy importante, sin dañar el pelo de cobertura.
ENTRE BAÑO Y BAÑO
Los nutrientes proporcionados en el baño se irán perdiendo con el paso de los días, y el pelo comenzará a perderá brillo y elasticidad. Si el perro no está sucio podemos evitar el baño aplicando un spray acondicionador y un buen cepillado.
CEPILLADO
Mantener cuidado un manto demanda un buen cepillado. Para esta tarea necesitamos cepillos y cardas especiales. Suaves para no dañar la piel y que cuenten con la flexibilidad adecuada para no romper ni arrancar ese pelo tan preciado. Los cepillos más apropiados son los cepillos de púas metálicas Ibáñez. Si en el proceso de cepillar encuentra algún nudo utilice una carda suave para deshacerlo antes de continuar.
También utilizaremos la carda mientras secamos al perro después del baño, manejando bien el pelo para secar desde la raíz hacia las puntas. |
En época de muda el uso adecuado de un Coat Ibañez facilitará la extracción del pelo muerto. Elija el Coat adecuado en función de la longitud de pelo de su ejemplar (más abierto para los mantos más largos “gigante 13 hojas” y más cerrado para los más cortos “gigante 20 hojas”).
Si nos relajamos en estos tratamientos aparecerán nudos más complejos que pueden necesitar de una intervención más precisa. Un buen spray sueltanudos, carda y peine son las herramientas necesarias para resolver el problema. Una vez deshechos los nudos, pasaremos con cuidado el Coat, con el fin de retirar el pelo más viejo antes de comenzar con el baño.
UN POCO DE ARREGLO
Para concluir el tratamiento estético de nuestro perro podemos también mejorar la imagen recortando un poco de pelo en algunas zonas.
El objetivo será que no pierda el aspecto propio de la raza que indica el standar y conseguir a la par resaltar las virtudes del ejemplar.
Antes de comenzar a utilizar la tijera habremos seguido las indicaciones ya anotadas con un buen baño y un secado minucioso y completo, cepillando por capas y moviendo el pelo en distintas direcciones. El resultado final ha de ser un manto estirado y esponjoso, que ofrezca el máximo volumen y el más intenso brillo posible.
Para obtener la forma deseada, peine y tijera en mano, repasamos la capa recortando, poco a poco, allí donde sea necesario. Para esta tarea utilizamos una tijera de esculpir recortando las puntas del pelo y peinando hasta conseguir un acabado homogéneo pero sutil, sin que se note que el pelo ha sido cortado.
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¡Es increíble lo que mejora un ejemplar cuando unas manos expertas dan ese último toque de tijera!