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Programa de buen ciudadano canino (BCC)

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Estamos habituados a que, con demasiada frecuencia, los medios de comunicación dediquen todo su espacio a los perros abandonados, a los perros maltratados y a los perros que muerden a personas (en particular cuando los implicados son un niño y alguno de los perros de las razas catalogadas como peligrosas) y siempre/sólo sobre esos aspectos negativos que parecen ser los que atraen más audiencia, las crónicas negras del país. Creo que ha llegado el momento de que los propietarios de perros hagamos un nuevo esfuerzo para hacernos ver y demostrar que hablan de una pequeña minoría de casos y que somos muchos los propietarios responsables que queremos, cuidamos y cumplimos con los requisitos legales que se establecen (nos imponen). Estamos aquí, vamos a demostrarlo, a dar un paso más y a exigir nuestros derechos.

El BCC es un programa que lleva años implantado en otros países. Generalmente, los propios kennel clubs, Sociedades caninas, son las que se encargan de su organización y difusión. En nuestro país me consta que hay algunas asociaciones, como “So lles falta falar”, en Santiago de Compostela, que ha establecido acuerdos con el ayuntamiento para difundir este tipo de “programa responsable” entre los propietarios de perros de la ciudad, pero todavía no se ha implantado un programa a nivel nacional. Así que una vez más miraremos al exterior para ver lo que se está haciendo y aprovecharnos así de su experiencia.

En nuestro país existen las pruebas de BHA/VT y BH/VT, pruebas básicas obligatorias, pero ya con un alto nivel, que se exigen antes de poder participar en pruebas de competición, pero el planteamiento, filosofía y aplicación es muy distinto. En el BCC se trata de acercar a los propietarios de todo tipo de perros a mostrar una tenencia responsable e interés por la educación de su perro, la BH está más orientada al semiprofesional o entusiasta del mundo del perro que se quiere dedicar a la competición.

Ya hemos comentado que la gran mayoría de los propietarios de perros en nuestro país son personas responsables, que cuidan y educan a sus animales de compañía y es necesario reconocerles el esfuerzo que realizan y darles el protagonismo que merecen. Además, con la implantación de este programa de BCC todos nos beneficiaríamos: perros, propietarios, profesionales del sector y la sociedad en su conjunto. Logramos tener perros sanos y educados en casa y en la calle, animales con los que se puede convivir y no suponen ninguna amenaza para la “sociedad”, perros que dejan de crear “alarma social” y pasan a despertar simpatía y admiración (que incluso se pueden integrar en programas de ayuda social: con mayores, personas con necesidades especiales, cárceles, etcétera), perros más integrados en la familia y con menor riesgo de abandono.

No olvidemos que un perro sano y educado vive muchos más años, no es abandonado y es mucho más fácil encontrarle una nueva familia en caso necesario. Son perros con los que se puede convivir y que están plenamente integrados en nuestra sociedad con las normas que nosotros implantamos.

El programa de BCC consta de diez pruebas, realizadas con correa:
1.- Aceptar a un desconocido que se acerca de forma amistosa: el perro permitirá su aproximación y que intercambie unas palabras con su amo, simulando una conversación/situación cotidiana.

2.- Sentarse de forma relajada para permitir que lo acaricien. El perro permitirá que un desconocido lo acaricie.

3.- Aspecto general y cepillado: el perro aceptará que un desconocido lo examine y lo cepille (como lo haría con el veterinario, peluquera canino o con un amigo de su dueño).

4.- Salir a dar un paseo (sin tirar de la correa): el perro y su amo caminarán un rato para demostrar que el perro está controlado caminando con la correa.

5.- Caminar entre la gente: perro y amo caminarán entre un grupo de personas (un mínimo de tres) desconocidas para demostrar que el perro puede caminar de forma educada en presencia de peatones y que está bajo control en los lugares públicos.

6.- Sentarse y echarse a la orden y permanecer quieto: el perro responderá a las órdenes de su guía a “sienta” y a “echa”, así como permanecerá en el sitio cuando se le indique (en la posición que elija el guía).

7.- Responder a la llamada: el perro responderá a la llamada de su guía. El guía se alejará diez pasos, se girará y lo llamará.

8.- Reacción en presencia de otro perro: para demostrar que el perro se comporta de forma educada en presencia de otros perros. Dos guías con sus respectivos perros se aproximarán el uno al otro desde una distancia de unos cinco metros, se pararán cuando se encuentren, saludarán y continuarán la marcha alejándose unos dos metros.

9.- Reacción a las distracciones: para demostrar que el perro se muestra confiado ante distracciones comunes, el examinador presentará dos distracciones (ejemplo: dejar caer una silla, mover un carrito, hacer pasar a una persona corriendo cerca del perro o dejar caer una muleta o bastón).

10.- Separación supervisada: para mostrar si el perro puede quedarse con otra persona, en caso de necesidad, y si mantendrá su buen comportamiento y respuestas. El guía estará fuera del campo visual del perro durante tres minutos.



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