Las uñas largas son incómodas tanto para el propietario como para el propio perro. Independientemente de los arañazos a los que nos tienen resignadamente acostumbrados y que nos fastidian esos momentos tan extraordinarios de saludos efusivos…, las uñas excesivamente largas hacen que el perro en vez de apoyar su peso sobre sus almohadillas, lo haga en parte sobre las uñas. A su vez, ese peso se traslada al hueso. Y esto resulta incómodo para el perro.
Es aconsejable habituar al perro desde cachorro si queremos evitar pasar un mal rato cada vez que necesitemos cortarle las uñas.
¿CÓMO SE CORTAN LAS UÑAS?
La uña tiene una parte viva, donde están los vasos sanguíneos y las terminaciones nerviosas y una parte muerta, que es la que tenemos que ir cortando.
¿CÓMO SABER HASTA DÓNDE CORTAR?
En uñas blancas es más fácil verlo. Se ve perfectamente el color rosita de la parte viva. Cortamos la punta, sin llegar a la zona rosa.
En las negras es preferible cortar avanzando poco a poco. Dando pequeños cortes. Asegurándonos de no llegar hasta la zona viva.
Tras el baño las uñas están más blandas y resulta más fácil.
Es muy importante no descuidarlas. Si las dejamos crecer mucho, los vasos también avanzan y cada vez podremos cortar menos uña.